“Así en el límite de iteraciones tendiendo al infinito la alfombra está tan apolillada que su superficie es nula. No es sorprendente hasta que calculamos su perímetro, que es infinito”.
Esta casa está al revés, o lo que es igual, se sujeta en equilibrio sobre un pie de chimenea.
el humo taladra la tierra, y los cimientos expuestos al sol
han hecho florecer brotes de ladrillo y de hierro
son flores duras de sabor crudo
un roció de sales las cubren y dan brillo.
Está al revés y hebras desmesuradas duermen la grandeza de lo ínfimo
sombras de amapola, abriéndose en capullos afilados, saltan las olas
de hierba en el cielo.
No metas la mano o empezaran a volar dientes de león, subirán hasta el techo de los números y caerá la defensa.
El día se está quedando abajo.
Soraya García
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